Recientemente, el Ministerio de Salud entregó alarmantes cifras en relación al aumento de casos de enfermedades de transmisión sexual, en que la sífilis se ha posicionado como la más prevalente. 

Entre 2017 y 2021 más de 35 mil personas en Chile han sido notificadas con sífilis, alrededor del 50% del total de diagnósticos con ETS. Esta infección en particular se manifiesta tempranamente con heridas en la piel.

Según información recogida desde la Clínica Mayo, esta consiste en una infección bacteriana trasmitida por contacto sexual. Inicialmente, se presenta como una llaga sin dolor en los genitales, recto o boca.

El contacto directo con esta superficie afectada es la forma en que se trasmite la enfermedad, ya sea a través de la piel o de las membranas. Es importante recalcar que esta afección puede permanecer inactiva en el cuerpo durante muchos años antes de volver a activarse.

Ahora ben, si el padecimiento es detectado tempranamente se puede curar con solo una inyección de penicilina. Estos son algunos de los síntomas que pueden presentarse en el paciente. 

Síntomas de la sífilis:

El principal síntoma es la presencia de llagas en zonas específicas del cuerpo, según el manual médico MSD es una “úlcera indolora en el sitio de la infección”. Estas pueden presentarse en la zona genital, como en labios, lengua, garganta, cuello uterino, dedos de las manos, así como en otras partes del cuerpo.

La presencia de llagas se puede manifestar desde 3 a 13 semanas después del contagio, se manifiesta como un área roja y levantada que pasa a ser una úlcera abierta, es casi indolora, no sangra y es dura al tacto.

La lesión podría sanar rápidamente pero eso no significa que la enfermedad esté curada. La sintomatología expuesta a continuación podría aparecer cuando no se recibe tratamiento.

  • Fiebre.
  • Fatiga.
  • Pérdida de apetito y adelgazamiento.
  • Dolor óseo y articular.
  • Dolor abdominal e ictericia.
  • Dolores de cabeza.
  • Problemas de audición, de equilibrio o de visión.

La enfermedad atraviesa cuatro etapas; la primera, se manifiesta a través de una llaga en el área genital que podría ocasionar la inflamación de los ganglios linfáticos. De no tratarse, pasa a una segunda fase que causa una erupción cutánea en manos y pies. 

En la tercera fase, se ven afectados los órganos internos, como el estómago, hígado, vías respiratorias, músculos y huesos. Puede formarse un nódulo sifílico en la aorta, el cual puede provocar un aneurisma aórtico. Finalmente, en la cuarta, cuyas consecuencias ya son irreversibles, pueden existir problemas hepáticos, signos de parálisis e inflamación del corazón.