Depresión postparto: síntomas a los que debes prestar atención
Dar a luz un bebé deseado, puede llegar a ser una de las experiencias más hermosas para una mujer y un proceso que viene a traer un carrusel de emociones.
Sin embargo, durante el puerperio (período comprendido entre el parto y el retorno del organismo a su estado normal) la mujer normalmente sufre cambios neuroendocrinos y psicosociales que pueden traer consigo una serie de sentimientos incómodos y negativos. Lo que podría desatar una depresión postparto.
Esto puede ser sumamente difícil para las mujeres porque se manifiesta cuando el bebé está recién nacido. Por eso, es importante que conozcas los síntomas para que, en caso de presentar alguno, busques ayuda profesional.
¿Qué es la depresión post parto?
Esta enfermedad mental afecta al cuerpo a nivel físico y mental. Comúnmente las madres tienen sentimientos de tristeza, vacío, culpa o un sentimiento de desconexión con el bebé.
Es frecuente que esto ocurra durante los primeros y es conocido como una melancolía posparto o maternity blues, pero cuando el malestar va a más y supera las dos primeras semanas podríamos estar ante una depresión posparto.
Comer demasiado o no comer en lo absoluto
La alimentación, sobre todo en esta etapa, es vital para recuperar las energías después del parto y también para que el bebé pueda consumir leche materna. Si la madre se niega a comer, la producción de leche estará en riesgo y, si come de más, es capaz de aumentar sus niveles de azúcar o grasa, afectando directamente al bebé.
Irritabilidad e ira intensas
Si bien los primeros días como madre pueden ser complejos, no es normal que esto escale a un nivel superior con gritos más intensos y regulares, pues significa que las cosas no están bien y necesitas ayuda.
Tener pensamientos sobre dañar al bebé
La señal más alarmante sobre la depresión postparto es que la madre llegue al extremo de querer infligirse dolor a ella misma o a su bebé. Estos pensamientos surgen por la carga que puede sentir al ser mamá y tener miedo de no ser suficiente.