Trastornos alimentarios en Chile: Un problema que va más allá de la comida

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La influencia total de los medios de comunicación, la hiperconectividad a redes socialesla publicidad hacia la imagen corporal son solo algunos de los factores que han contribuido a la perpetuación de los trastornos alimentarios en Chile.

De tal manera, el consumo constante de imágenes estereotipadas del cuerpo que se dejan ver en el entorno mediático, han generado una importante insatisfacción emocional frente a nuestra forma de vernos y mostrarnos al mundo, sobre todo a quienes se encuentran en etapas en las que se define la identidad.

Trastornos alimentarios en Chile
Trastornos alimentarios en Chile

Según la última versión del Manual Diagnóstico y Estadístico de Enfermedades Mentales (DSM-5), los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) se describen como trastornos alimentarios y de la ingestión de alimentos, en lo que se establecen patrones de alimentación que se asocian a consecuencias médicas, psicológicas, sociales y funcionales significativas.

Si bien estos trastornos se asociaron por muchos años a países desarrollados, actualmente se han detectado en diversos países, sin importar el nivel de desarrollo y cultura. Asimismo, estos cuadros predominan en mujeres adolescentes y jóvenes; sin embargo, en los últimos años se ha visto un aumento en la incidencia en hombres y aumento generalizado en todos los grupos etáreos, apareciendo a edades cada vez más tempranas. 

Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha ubicado a los TCA entre las enfermedades mentales de prioridad para niños y adolescentes, dado el riesgo para la salud que implican. 

¿Cuáles son los tipos más frecuentes de trastornos alimentarios?

Los TCA más frecuentes en la adolescencia son Anorexia Nerviosa (AN), Bulimia Nerviosa (BN), Trastorno por Atracón y Otros Trastornos Alimentarios y de la Ingestión de Alimentos Especificados (Trastornos por purgas, Bulimia nerviosa de frecuencia baja y/o tiempo limitado, trastorno por atracón de frecuencia baja y/o tiempo limitado, entre otros).

A nivel internacional, entre los estudios más recientes, refieren la prevalencia reportada en adolescentes para anorexia y bulimia entre un 1 y 3%, y en Chile una prevalencia de 3,8% en adolescentes de nivel socioeconómico bajo de Santiago.

La académica de la carrera de Nutrición y Dietética UC, Alejandra Espinosa, explica que: “Estos trastornos son multicausales, influyendo factores genéticos, neurocognitivos, psicológicos y ambientales".

"Algunos de los factores de riesgo más comunes son la preocupación excesiva por la apariencia en el entorno cercano, las conversaciones negativas relacionadas con el cuerpo (“fat talk”), la insatisfacción corporal, el antecedente de hacer dietas, la disfunción familiar y el abuso sexual durante la infancia”, precisó la académica. 

Además, Espinosa precisa que en Chile, la prevalencia de riesgo a padecer trastornos alimentarios en una población adolescente ha mostrado cifras entre 7,4% y 12%, con mayor prevalencia en mujeres. 

Los trastornos alimentarios como una enfermedad mental

Siguiendo esta misma línea, Jorge Álvarez, psiquiatra de la Unidad de Trastornos Alimentarios UC, plantea: “Sería un error considerar los TCA como una moda, una etapa normal de la adolescencia o un asunto de vanidad. Los TCA son enfermedades mentales, que implican un sufrimiento emocional intenso para quienes los padecen y que requieren del apoyo familiar para su recuperación".

Trastornos alimentarios en Chile
Trastornos alimentarios en Chile

Incluso, durante la pandemia, se ha evidenciado un aumento importante de estos trastornos, alrededor de un 30%. Lo anterior, según expertos, se debe a una disminución de los factores protectores como interrupción de rutinas, limitación de actividades al aire libre, lo que afecta los patrones de alimentación, sueño y actividad física y bienestar mental.

¿Cómo tratar los trastornos alimentarios?

Es posible tratar con éxito los trastornos de la alimentación. La detección y el tratamiento temprano son importantes para una recuperación total. Las personas con trastornos de alimentación tienen un mayor riesgo de suicidio y de complicaciones médicas.

Jorge Álvarez plantea: “Existe la creencia de que los TCA son crónicos, que las personas que los padecen vivirán siempre con ellos. Sin embargo, la recuperación es posible con un adecuado tratamiento, siendo el pronóstico mejor cuanto más precoz es el diagnóstico y el tratamiento”.

Por su parte, Alejandra Espinosa asegura que la Academia de Trastornos Alimentarios tiene como tarea visibilizar y sensibilizar la gravedad de los TCA, destacando la relevancia de la prevención y la pesquisa precoz.

De tal manera, los miembros de la familia pueden desempeñar un papel fundamental en el tratamiento, ya que pueden alentar a la persona con problemas de alimentación o de imagen corporal a que busque ayuda.

Los planes de tratamiento para los trastornos de la alimentación incluyen psicoterapia, atención y controles médicos, asesoramiento nutricional, medicamentos o una combinación de estos enfoques. Los objetivos habituales del tratamiento incluyen: Restaurar una nutrición adecuada, alcanzar un peso saludable, reducir el exceso de ejercicio, detener los comportamientos de atracones y purgas.