No sólo para las arrugas: conoce los usos médicos que tiene el Bótox

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"Tiene mucho bótox" es una frase que estaos acostumbrados a escuchar cuando vemos a alguien demasiado "estirado", o con intervenciones estéticas excesivas para tratar los signos de la vejez. 

Pero la toxina botulínica, comúnmente denominada bótox por la marca comercial que la popularizó, no sólo se usa con fines estéticos. 

En primer lugar, es importante entender qué es la toxina botulínica y qué hace. “Es una proteína que se produce por una bacteria que se llama clostridium botulimun que, al llegar a la unión neuromuscular lo que bloquea es la acción del nervio sobre el músculo, evitando así la contracción muscular”, explica a ¡Hola! el doctor Rubén García-Guilarte, cirujano plástico y estético. 

BOTOX JAQUECA
BOTOX JAQUECA

Es por esto que se utiliza mucho en el tratamiento de las líneas de expresión. Al dejar de contraerse los músculos, comienzan a notarse menos algunas de estas líneas. “Se consigue relajar la expresión facial a nivel de los ojos, así como mejorar las arrugas de la frente”, agrega el doctor. 

Los usos médicos de la toxina botulínica

Pero no todo es estético en el uso de esta sustancia. De acuerdo a Clínica Dávila, la toxina botulínica es un producto biológico fabricado por diferentes laboratorios a partir de una neurotoxina elaborada por una bacteria denominada Clostridium botulinum que induce parálisis muscular de forma progresiva. Según indican, la más conocida y que tiene un uso médico más seguro es la de tipo A. Es gracias a esta parálisis muscular provocada que la toxina botulínica se usa clínicamente para las enfermedades relacionadas con los trastornos del movimiento.

Distonía cervical: En este doloroso trastorno, los músculos del cuello se contraen de manera involuntaria, lo que hace que la cabeza se tuerza o gire a una posición incómoda. La toxina botulínica se puede inyectar directamente en los músculos del cuello afectados por la distonía cervical. 

Bruxismo: El bruxismo consiste en apretar la mandíbula y hacer rechinar los dientes, produciendo su desgaste. Puede darse tanto por el día como por la noche, aunque el más frecuente es el que se produce durante el sueño. En este caso el bótox se aplica en las terminaciones nerviosas, que se encuentran en los músculos lisos (los motores) de la mandíbula, perdiendo la movilidad, pero no la sensibilidad; y llega a producir una parálisis neuromuscular selectiva inducida por el odontólogo. 

Bruxismo y botox
Bruxismo y botox

Estrabismo: Es efectiva en un 60-70% de los casos, y con esto se logra evitar la cirugía. La técnica consiste en inyectar el producto que paraliza temporalmente el músculo o músculos donde se introduce. Al ceder el efecto de la toxina, la desviación disminuye o incluso desaparece.

Contracturas musculares: Algunos trastornos neurológicos, como la parálisis cerebral, pueden hacer que las extremidades se vuelvan hacia el centro del cuerpo. En algunos casos, estos músculos contraídos se pueden relajar con inyecciones de bótox.

Hiperhidrosis. Este trastorno se caracteriza por una sudoración excesiva incluso cuando la temperatura no es alta y no estás haciendo esfuerzo. Para el tratamiento, se aplica la toxina en las terminaciones nerviosas que producen la estimulación de las glándulas sudoríparas impidiendo su acción. La respuesta es progresiva de 3 a 7 días desde su aplicación, con duración variable entre 2 y 11 meses.

Migraña crónica. Si experimentas migrañas más de 15 días por mes, las inyecciones de bótox pueden ayudar a reducir la frecuencia de los dolores de cabeza. Debe ser administrado por un neurólogo de manera subcutánea en las regiones frontal temporal, occipital, suboccipital y en musculo trapecio,  y que actúa como inhibidor neuromuscular. Esto significa que bloquea la transmisión de los impulsos nerviosos, anulando las aferencias que van desde esas zonas hacia el cerebro. Estas pueden gatillar o mantener una crisis migrañosa. El efecto es temporal, y debe repetirse cada tres meses. 

Es muy relevante recalcar que el bótox solo se debe utilizar bajo supervisión médica. Es importante que las inyecciones se coloquen con precisión para evitar efectos secundarios. La terapia con bótox puede ser peligrosa si se administra de manera incorrecta, por lo que te recomendamos siempre hacerlo bajo supervisión de un profesional de la salud.