¿Afecta la deficiencia de la vitamina D en el desarrollo de la COVID-19?

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A pesar de ser un virus descubierto recién en 2019, el COVID-19 ha preocupado a todo el mundo y ha sido el centro de numerosas investigaciones científicas, que han surgido en tiempo récord ante la desconocimiento de la enfermedad.

Entre estos estudios, algunos han sugerido una relación entre la deficiencia de la vitamina D y la gravedad del coronavirus. 

La vitamina D es un nutriente necesario para la salud de las personas. Ayuda a absorber el calcio y contribuye a tener huesos fuertes y evitar la osteoporosis. Además, es indispensable para el sistema inmunitario, ayudando a combatir las bacterias y virus que lo atacan (Fuente: NIH).

Además, hay estudios que han demostrado el papel de esta vitamina en el desarrollo de ciertas enfermedades respiratorias, como por ejemplo, la influenza. 

Este habría sido el punto de partida que dio inicio a estudiar la relación entre la vitamina D y el coronavirus, indica un artículo de El Mercurio

Según explica al citado medio Carolina Díaz, inmunóloga de Clínica Las Condes, hay investigaciones que “han demostrado que bajos niveles de esta vitamina aumentan algunos procesos inflamatorios que llevan a un mayor riesgo de enfermedades respiratorias, y eso está demostrado para el virus sincicial, además de la influenza”.

Pero, ¿se aplica también esto en el coronavirus?

Lo que dicen los estudios

Un estudio publicado en octubre de 2020 en el Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism de la Endocrine Society analizó la deficiencia de Vitamina D en pacientes hospitalizados por coronavirus.

La investigación encontró que más del 80% de los pacientes con coronavirus en un hospital español tenía deficiencia de la vitamina del sol. Se encontró deficiencia de vitamina D en el 82,2% de los casos de COVID-19, en comparación con el 47,2% de los casos hallados en los controles poblacionales.

Sin embargo, no se logró encontrar una relación causal entre la deficiencia de vitamina D y la gravedad de COVID-19. Es decir, no se pudo encontrar nada que dijera que la gravedad de la enfermedad haya sido provocada por la deficiencia de vitamina D, y no haya habido otro tipo de relación.

Hombre hospitalizado
Hombre hospitalizado

En otra investigación publicada en PLOS ONE, se encontró que los pacientes con COVID-19 con un nivel suficiente de vitamina D (30 ng/mL) tenían un riesgo significativamente menor de presentar resultados clínicos adversos, entre ellos pérdida de conocimiento, hipoxia (ausencia de oxígeno suficiente en los tejidos) y muerte.

Por otra parte, los pacientes mayores de 40 años con suficiente vitamina D tenían 51,5% menos de probabilidades de morir a causa del virus. De hecho, uno de los autores señaló que buenos niveles de este nutriente  podrían reducir en 54% el riesgo de contraer el coronavirus.

“Una posible razón es que una vez que el virus entra a la célula, tengas mejor capacidad de respuesta”, comenta Díaz a El Mercurio.

¿Son suficientes los estudios?

Aunque los estudios apuntan a una posible relación entre vitamina D y gravedad de la enfermedad, los expertos señalan que aún hacen falta investigaciones concluyentes para establecer una causalidad entre el nutriente y la enfermedad.

“Es difícil tener certezas sobre esto porque los estudios se están haciendo sobre la marcha, entonces hay que esperar que se establezca causalidad. Pero al menos ya sabemos que se ha demostrado en influenza”, añade la doctora Carolina Díaz.

Suplemento de píldoras amarillas
Suplemento de píldoras amarillas

Según la revista Redacción Médica, especializada en temas médicos, al consultar a las autoridades de la Región de Murcia de España, estas afirman que la evidencia disponible es “escasa, de baja calidad y existen numerosos factores de confusión en los estudios realizados”.

En la misma línea, el National Institute for Health and Care Excellence (NICE) de Reino Unido señala que si bien hay una asociación, la evidencia disponible no permite establecer una relación de causalidad porque es de baja calidad.

Entre algunos factores de confusión está el hecho de que la vitamina D es un “reactante de fase agudo negativo”. Es decir, que sus niveles descienden durante la respuesta inflamatoria sistémica, lo que puede ocurrir en la Covid-19 grave, “haciendo difícil saber si los niveles bajos de vitamina ocasionan un peor pronóstico, o la gravedad ocasiona un descenso de la vitamina D”.