Una mujer en Rusia conoce a un reo por correspondencia, se casa y él la mata a golpes el día de su matrimonio frente a todos los invitados.

La historia se desarrolla en Rusia. Oksana Poludentseva de 36 años que vivía en una pequeña aldea rusa llamada Chik, sintiéndose sola la mujer comenzó a intercambiar cartas con el reo Stepan Dolgikh, que estaba condenado por asesinato.

Tuvieron unos meses de corto noviazgo y tras la libertad de Stepan decidieron casarse en la Iglesia Ortodoxa de Chik. Según los cercanos a la pareja “No hubo ningún indicio o gesto de violencia de él hacia ella en ningún momento. O al menos no pudimos verlo”.

El día del casamiento toda la aldea estaba invitada a la ceremonia, se llevó a cabo con ambos novios engalanados con sus mejores trajes y el ritual se desarrolló con normalidad según las normas Ortodoxas.

Oksana y Stepan

El sacerdote le coloca a la pareja las coronas atadas con un listón para unir las dos almas y demostrar así que están preparados para establecer su propio reino como cabezas de una nueva familia.

Luego, el religioso toma las coronas, se coloca detrás de los novios y los bendice intercambiando las coronas 3 veces. Oksana y Stepan bebieron tres sorbos de la misma copa de vino, lo cual simboliza que a partir de ese momento compartirán todo en sus vidas.

Después de la ceremonia los nuevos esposos se dirigieron a la fiesta que se realizaría en una casa de la aldea Chik, donde asistiría sólo un pequeño grupo de quienes estaban en Iglesia.

La boda roja

La fiesta recién había comenzado y Stepan comenzó a molestarse con su esposa, la razón que dio es que Oksana miró y sonrió demás a uno de los invitados, según los testigos la pareja salió de la casa y comenzó la golpiza que pudieron ver desde la ventana.

Oksana y Stepan

La golpiza fue salvaje, según el policía a cargo de la investigación “La agarró del cabello, la golpeó, la empujó hacia la calle, donde también siguió pateándole el cuerpo y la cabeza”, según indica la autopsia Oksana quedó inconsciente luego de los golpes en la cabeza y posteriormente Stepan pateó repetidamente sus órganos vitales, incluso varios minutos después de que su esposa había fallecido.

El horrible espectáculo fue presenciado de principio a fin por los invitados a la fiesta que había comenzado menos de una hora antes del suceso. Según indican los informes, los testigos estaban demasiado asustados para intervenir en la golpiza y cuando llamaron a la policía era demasiado tarde para Oksana.

Stepan arrastró el cadáver de Oksana por toda la aldea hasta encontrar un barranco donde la arrojó. No tuvo remordimientos al confesar el crimen a la policía por el que fue condenado as 18 años de prisión.